jueves, 17 de marzo de 2011

Pasión por las especias

Los que me conocéis ya sabéis que estoy obsesionada con la especias. Sí, lo reconozco. No sé que tienen que me maravillan, me eclipsan. 



Bueno, sí que lo sé. Sus colores. Me podría quedar horas mirando especias. El amarillo tan intenso de la cúrcuma, amarillo amarronado del curry, rojo brillante de la cayena... Luego están sus aromas ¿cómo pueden  ser tan distintos? Y por supuesto su sabor. Puedes hacer miles de combinaciones y cada combinación dará un toque distinto a tus ingredientes. Son sabores tan especiales que me transportan.

La mayor parte de lo que sé sobre especias se lo debo a Neha, una amiga keniata, pero de padres indios, de Gujarat. Me maravillaba verla cocinar. Guardaba las especias en unos botes amarillos de plástico. Los abría y con mucha soltura cogía un poquito de aquí, otro poquito de allí... Siempre me explicaba cosas sobre las especias mientras cocinaba. "Nunca te pases echando cúrcuma, que le da un toque amargo", "fríe las semillas de comino hasta que hagan crack y verás que en ese momento sueltan todo su aroma"... Aprendí hasta los nombres de las especias en hindi. Jeera: comino, haldi: cúrcuma, dhanajeera: mezcla de cilantro y comino, hing: asafetida. Siempre me acordaré de sus patatas. Hacía unas patatas que eran impresionantes. Nunca conseguí hacerlas como ella. Siempre me decía que había que saber en qué momento justo había que echar las especias. No todas iban en el mismo instante. Ella lo aprendió viendo cocinar a su madre y a su abuela durante su infancia. Yo, sigo aprendiendo.

Continuará...

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